Barnices Dentales: Generalidades
Bajo
este rubro se presentan materiales que tienen un uso muy limitado en la práctica
clínica. Al igual que los barnices de uñas, los dentales se presentan en forma
de un líquido disolvente a base de acetona, acetato de amilo o cloroformo, que
tiene disuelta una resina natural, como el copal o la colofonia, o una resina sintética,
como el acetato que al evaporarse el disolvente deja una pequeña capa de resina
de unas 4 micras de espesor.
Tiene bajas propiedades físicas y alta solubilidad.
Se
coloca en pequeñas torundas de algodón que se empapan del líquido. Teniendo
cuidado de mantener herméticamente cerrado el frasco después de usarlo, ya que
la evaporación del disolvente ocasiona que el espesor de la resina pueda ser
mayor, afectando la fijación del material que se le colocara encima.
Se
usan en casos que se requiera proteger la dentina de los ácidos de los
cementos, sobre todo de silicofosfatos y fosfato de zinc.
Anteriormente
uno de sus usos era para proteger al material restaurador de dientes anteriores
llamado silicato, muy soluble en las primeras 24hrs, por lo cual es usado para
proteger los cementos de ionomero de vidrio.
También
se usa sobre las paredes de una cavidad que se obtura con amalgama para evitar
iones metálicos de esta y se pigmenten por difusión el esmalte.
Por
su baja resistencia se duda que soporte las cargas. No se recomienda su uso
sobre dentina y esmalte cuando se va a obturar con ionomero de vidrio u otros
materiales que liberen flúor, pues actúa como barrera física y no permite el intercambio
iónico. Tampoco cuando se emplearan sistemas adhesivos (resinas).
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